LA ADICCIÓN AL SEXO Y SUS
CONSECUENCIAS
CONSECUENCIAS
Por: MARIA DE LA LUZ
RAMIREZ MORALES
La sexualidad humana, siempre ha sido un campo muy
estudiado en muchos aspectos, aunque existen muchos tabús y uno de ellos es la
adicción al sexo que identifica cuando
las personas tienen un compulsivo uso de conductas sexuales y al parecer es una
de las adicciones más negadas en nuestra cultura y se presenta a través de un descontrol en la conducta
sexual, alternados con periodos de relativa calma.
La sexualidad Un
aspecto central del ser humano, a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación
sexual. Se vive y se expresa a
través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores,
conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad es también una necesidad que se expresa como el
deseo de contacto físico y emocional, de intimidad, de ternura, de placer y que
estrecha las relaciones humanas.
Definición, síntomas y características
La Adicción Sexual consiste en el uso compulsivo de
conductas sexuales, un círculo vicioso en que la sexualidad es utilizada como
mecanismo de manejo del estrés y evitación de sentimientos de malestar e
insatisfacción, y que a su vez genera progresivamente en el individuo
sentimientos de vacío interior y dolores emocionales aún mayores.
Estas conductas pueden ir desde la masturbación y el uso
de pornografía hasta encuentros sexuales anónimos en situaciones de riesgo. Los
cambios en el estado de ánimo son frecuentes en el adicto sexual y esto hace
cada vez más difícil la comunicación con los que lo rodean.
El adicto al sexo se define por su comportamiento, el cual es fruto
de sus deseos. De forma general, la persona adicta al sexo mantiene una actividad
sexual excesiva, habitualmente promiscua e incontrolada.
Se diagnostica hipersexualidad a quien tiene urgencias
sexuales, fuera de control, sin capacidades para apaciguar sus deseos sexuales,
anteponiendo la satisfacción a cualquier otro aspecto de sus vidas.
La única vía para discernir entre si se trata de una
patología o no, es medir la respuesta cerebral ante estímulos con imágenes
sexuales en individuos que tengan un deseo sexual tan alto como para que
influya en su vida social.
Las personas que sufren de hipersexualidad no están
ligadas a ninguna forma de comportamiento anormal, sino que se trata únicamente
de exceso en el deseo, Luego que el último estudio sobre el manual y
diagnóstico de desórdenes mentales DSM5 no incluyera a la adicción al sexo
como una patología.
Consecuencias psicológicas físicas y
sociales
Las consecuencias de su enfermedad: el 17 por ciento había perdido su empleo al
menos una vez, el 39 por ciento había finalizado una relación sentimental y el
28 por ciento había contraído alguna enfermedad de transmisión sexual.
Esto nos explica como las personas tienden a tener descontrol del estrés por lo mismo de que no pueden manejarlo ni tiene
control sobre si mismos y está imposibilitado para controlar su conducta.
El adicto tiende al rechazo de sí mismo y al ser sexo
dependiente este pierde el equilibrio entre el deseo, la necesidad y sus
emociones.
Otras consecuencias que la adicción produce son el pavor
a la pérdida del cariño de sus seres queridos, temor a ser rechazado por la
sociedad y quienes le rodean, lo que provoca que lleve una doble vida en la
cual ante los demás conserva una imagen limpia aunque ante sí mismo se sienta
la persona más sucia del mundo.
En la familia igual que en el trabajo nuevos problemas
surgirán, sobre todo con el cónyuge quien será el primero en sentir que algo
anda mal. Probablemente la economía podría decaer por la improductividad en el
trabajo y el gasto que genera el consumo del sexo. La atención a los hijos
puede ser mermada por el tiempo que consume la adicción. La educación de los
pequeños también está en riesgo, ya que el adicto siente que carece de
autoridad moral para corregir, aconsejar y reprimir a los hijos.
El plano espiritual se podría decir que es el primero en dañarse y el más afectado de todos. La víctima se siente realmente sucia ante la presencia divina e indigna de perdón. No se atreve siquiera a levantar su rostro para orar y pedir auxilio. Pierde la confianza en la misericordia de Dios pues está ensimismado en sus pecados. Existe más daño aun cuando esta persona es un creyente comprometido y trabaja a favor de la fe pues el grado de conciencia es aún mayor y seguramente habrá intentado escapar de la adicción en innumerables ocasiones sin obtener resultados.
Debido a esta dura lucha contra sí mismo y la constante derrota, no solamente se habrá perdido la confianza en la misericordia de Dios sino también en la confianza en sí mismo. Llegará a creer que no tiene sentido seguir luchando pues ha perdido la esperanza.
El plano espiritual se podría decir que es el primero en dañarse y el más afectado de todos. La víctima se siente realmente sucia ante la presencia divina e indigna de perdón. No se atreve siquiera a levantar su rostro para orar y pedir auxilio. Pierde la confianza en la misericordia de Dios pues está ensimismado en sus pecados. Existe más daño aun cuando esta persona es un creyente comprometido y trabaja a favor de la fe pues el grado de conciencia es aún mayor y seguramente habrá intentado escapar de la adicción en innumerables ocasiones sin obtener resultados.
Debido a esta dura lucha contra sí mismo y la constante derrota, no solamente se habrá perdido la confianza en la misericordia de Dios sino también en la confianza en sí mismo. Llegará a creer que no tiene sentido seguir luchando pues ha perdido la esperanza.
La pérdida de la esperanza es un asunto grave, pues como dice el dicho: 'la esperanza muere al último'. Si la víctima ha perdido toda esperanza lo más probable es que ya haya pensado o esté pensando en el suicidio.
En el entorno social las consecuencias llegan en un segundo tiempo, es decir, después de afectar a los tres entornos principales. Cuando una familia es destruida por la adicción sexual, pronto tendremos un número más en las estadísticas de desintegración familiar; si tenemos desintegración familiar la sociedad es afectada pues los hijos de estas familias desintegradas quedarán posiblemente con un fuerte trauma que viene de todo lo que vivieron antes de ver la separación de sus padres.
Si un adicto pierde, la sociedad pierde también, pues es precisamente que producto de ésta adicción tenemos violadores, pervertidos sexuales, acoso sexual, abuso infantil, prostitución y un sin fin de consecuencias derivadas a su vez de todo esto.
En conclusión un adicto al sexo es solamente aquel que tiene un gran descontrol de la actividad sexual y presente varios sintomas de los ya mencionados . No porque su deseo sexual sea muy alto esto significa que sea un adicto como tal amenos que sus características lo identifiquen como adicto y no tenga control de su propio cuerpo. el sexo es algo natural que tu cuerpo por naturaleza te pide, de alguna manera esto es sano para cualquier persona siempre y cuando no se vuelva algo patológico por mi parte es todo esperando y les agrede mi articulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario