martes, 1 de octubre de 2013

SOY PÉSIMO EN MATEMÁTICAS, ¿PERO POR QUÉ?



La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de razonamientos, todos sencillos y fáciles.
RENE DESCARTES.


¿En la actualidad es esto posible? ¿Es sencillo para todos entenderlas y aplicarlas? Lamentablemente filósofos y matemáticos hablaban de acuerdo a su experiencia.
Actualmente no todos logramos comprenderlas, no logramos llevarlas a cabo pero ¿Por qué razón no podemos?

Hay varias explicaciones lógicas sobre el cual a muchos de nosotros no se nos facilitan las matemáticas. Aquí hablaremos de las más importantes y las explicaremos de tal forma que éstas si sean comprensibles.

Primeramente. Se habla sobre la dificultad de aprendizaje en las matemáticas causada u ocasionada por los catedráticos. Por todas esas personas que se encuentran en el área de aprendizaje. Por el simple hecho de que los docentes las manejan de una manera tan tradicional y autoritaria, limitándole al niño a hacer muchas cosas que puede experimentar directamente con el mundo que le rodea, pero en cambio si llevan pasos demasiado sistemáticos que les fueron enseñados de manera verbal y no permitiéndole hacer manipulaciones aplicando su curiosidad.

Para Vygotsky, el niño no tiene dificultades, la dificultad se presenta cuando nosotros queremos que él aprenda el lenguaje de nosotros, por eso se debe de guiar y apoyar; más que imponer nuestros intereses.

Creemos que el niño es el único que debe aprender a resolver cualquier situación que se le presente por sí solo. Pero el niño debe de partir de lo social a lo individual, es decir que el docente debe de guiar su proceso para que el niño en su momento pueda resolver situaciones, conviviendo con un grupo, permitiéndole contrastar y explicar sus ideas.

Se puede hablar o hacer hincapié en que es mejor difundir los procesos de pensamientos propios de matemáticas, que la mera transferencia de los contenidos.

Nuevamente Vygotsky cita que el docente debe conocer a sus niños para que pueda potenciar sus habilidades, donde los trabajos colectivos y el juego los utilicen como medios de aprendizaje.

De esa manera se les sugiere a los docentes conocer más a sus alumnos para que se les pueda dar lo que ellos necesitan de acuerdo a sus intereses, trabajar con distintas actividades si realmente se desea despertar en el niño sus habilidades, en este caso matemáticas.

Las dificultades de aprendizaje se refieren más que nada a los rendimientos académicos muy por debajo de lo esperado para la edad y el nivel educativo y todas estas manifestaciones se extienden a otras áreas como la lectura, escritura y el cálculo.

En otras palabras un niño con dificultades de aprendizaje es aquel que no logra aprender con los métodos con los que los demás niños aprenden a pesar de  tener bases intelectuales apropiadas para el aprendizaje.

Todas estas dificultades no se deben de confundir con otras discapacidades como el retraso mental, el autismo, la sordera, la ceguera o los trastornos de comportamiento y mucho menos se le debe de confundir con la falta de oportunidades educativas, por el nivel económico, por los cambios frecuentes de escuela o por la falta de asistencia a clases.
Otro punto muy importante y sobre el cual está la explicación de por qué al niño se le dificulta el aprender y el comprender es gracias a las dificultades de aprendizaje.
Existen tres tipos de dificultades de aprendizaje específicas:
  •          Dislexia
  •          Digrafía
  •          Discalculia

La dislexia es sin duda la más conocida, pero ¿qué se entiende por dislexia? Esta es una dificultad de aprendizaje de la lectura, la escritura o el cálculo. Es una dificultad de lenguaje. Este trastorno puede estar asociado a problemas de la coordinación motora y la atención, pero no de la inteligencia. En esta se presentan fallas en  la fluidez, velocidad, exactitud y comprensión.
Nos enfocaremos más en la llamada discalculia, ya que es la única que nos interesa por el momento.
La discalculia es la dificultad para manejar o reconocer números, conceptos matemáticos y resolver operaciones aritméticas, sin la existencia alguna de causa orgánica que lo justifique.
Es una discapacidad poco conocida. De hecho, se considera una variación de la dislexia. Quien padece discalculia por lo general tiene un coeficiente intelectual normal o superior, pero manifiesta problemas con las matemáticas, señas y direcciones, etc.
Afecta a un porcentaje de la población infantil entre el 3% y el 6%,  desafortunadamente esta anomalía casi nunca se diagnostica ni se trata adecuadamente. Puede ser causada por un déficit de percepción visual o problemas en cuanto a la orientación.
Existen algunos síntomas con los cuales se puede identificar a un niño o alguna persona que sufra esta dificultad de aprendizaje. No necesariamente se pueden presentar todos, pero al ser la mayoría, al niño o la persona se le puede identificar con problemas de aprendizaje.

·    Dificultades frecuentes con los números, confusión de los signos: +, -, / etc.
·    Dificultades con tablas de itinerarios, cálculo mental, señas y direcciones, etc.
·    Buena capacidad en materias como ciencias y geometría hasta que se requiere un nivel más alto que exige usar las matemáticas.
·    Dificultad con los conceptos abstractos del tiempo y la dirección.
·    Incapacidad para realizar planificación y presupuestos.
·    Incapacidad para comprender y recordar conceptos, reglas, fórmulas y secuencias matemáticas.
·    Dificultad para llevar la puntuación durante los juegos.


Los problemas de aprendizaje no desaparecen; sin embargo el niño puede aprender a compensar sus dificultades, para esto se necesita apoyo del docente como ya lo hemos observado anteriormente en este mismo texto.
Algunas posibles soluciones que puedan ayudar al niño a compensar sus dificultades son:
·         Animar a los estudiantes a “visualizar” los problemas de matemáticas y darles tiempo suficiente para ello mismo.
·         Dotar de estrategias cognitivas que les faciliten el cálculo mental y el razonamiento visual.
·     Adaptar los aprendizajes a las capacidades del alumno, sabiendo cuáles son los canales de recepción de la información básicos para éste.
·         Hacer que el estudiante lea problemas en voz alta y escuche con mucha atención. A menudo, las dificultades surgen debido a que una persona discalculica no comprende bien los problemas de matemáticas.

·         Dar ejemplos e intentar relacionar los problemas a situaciones de la vida real.
·         Proporcionar hojas de trabajo que no tengan amontonamiento visual.
·   Los estudiantes discalcúlicos deben invertir tiempo extra en la memorización de hechos matemáticos. La repetición es muy importante. Usar ritmo o música para ayudar con la memorización.
·         Permitir al estudiante hacer el examen de manera personalizada en presencia del maestro.
·         No regañar al estudiante ni tenerle lástima. Portarse con él como con cualquier otra persona.

Ahora entiendes un poco más sobre el por qué eres o por qué algunas personas son pésimos en matemáticas. No necesariamente se refiere a que tengan un problema físico como un retraso mental, simplemente el niño o la persona no pueden entender o comprender los problemas matemáticos.
Si la persona es buena en otras materias pero solamente en matemáticas no, entonces tiene una dificultad de aprendizaje, en este caso “discalculia”.

“No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.”
Aristóteles



LENGUAJE EN NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN (SD)
  Por: L.I Cabrera








El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales, por ello se denomina también trisomia el par 21. Se caracteriza por la presencia de un grado variable de discapacidad cognitiva y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible. Es la causa más frecuente de discapacidad cognitiva psíquica congénita y debe su nombre a John Landon Haydon Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérome Lejeume descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.




El lenguaje de las personas con síndrome de Down evoluciona de un modo más lento y, en algunos aspectos, de un modo distinto al de otros grupos de personas con y sin retraso mental.
Las primeras palabras con significado empiezan a emplearlas a una edad promedio de tres años, mientras que el uso de frases suele iniciarse alrededor de los cuatro años.
La ampliación en la longitud de los enunciados lo logra lentamente durante la segunda infancia y comienzo de la adolescencia, empleando frases de seis a o siete elementos.
El uso pragmático del lenguaje es muy adecuado en las siguientes etapas, siendo el niño capaz de transmitir sus sentimientos y deseos de un modo comprensible.
La baja inteligibilidad del habla es otra de las características propias del lenguaje de las personas con Síndrome de Down, aunque por lo general se hacen entender por su interlocutor.


TERAPIA FÍSICA OROFACIAL
La terapia física orofacial se ha convertido en una especialidad dentro de la intervención temprana, a la que cada vez se recurre más en los niños con Síndrome de Down. Sus objetivos consisten en mejorar tanto la motilidad buco lingual que asegure la buena masticación y deglución de los alimentos como la producción expresiva de sílabas y palabras.
Ø  Los niños con síndrome de Down como cualquier otro niño pasan por una serie de etapas antes de aprender a hablar:
·           Vocalización durante la interacción con personas u objetos sin intención comunicativa.
·           Producción de sonidos parecidos a palabras con intención comunicativa.
·           Primeras palabras.
·           Combinación de palabras en frases.
·           Extensión del significado.
Ø  El desarrollo lingüístico del niño con Síndrome de Down es más lento que el de otras áreas de desarrollo.
Ø  El niño pequeño con síndrome de Down manifiesta más capacidad para comprender que para expresarse.
Ø  La producción de sonidos, el balbuceo, la duplicación de sílabas durante el primer año de vida son similares en los niños con síndrome de Down y otros niños, aunque menos frecuentes.
Ø  El intercambio verbal por turnos se inicia alrededor de los 18 meses en los niños con síndrome de Down.
Ø  A los tres o cuatro años los niños con síndrome de Down suelen empezar a utilizar algunas palabras para comunicarse e incluso elaborar frases simples.
Ø  El desarrollo del lenguaje es un proceso muy complejo que implica múltiples funciones: auditiva, cognitiva, motora, social, lenguaje y comunicación. Además, para que un niño aprenda a hablar debe desarrollar aptitudes sensoriales y perceptuales básicas. Por esta razón, la estimulación de otras áreas de desarrollo contribuye al desarrollo del lenguaje.
Ø  El objetivo fundamental de un programa de Atención Temprana será el establecer un adecuado sistema de interacción entre los padres y su hijo. “Que el niño se sienta querido y aceptado será la base de cualquier aprendizaje posterior”.
Ø  Objetivos en la etapa de 0 a 18 meses:
·           Establecer el contacto ocular, la fijación de la mirada y el seguimiento visual de estímulos ambientales.
·           Desarrollar la respuesta de orientación a los estímulos sonoros.
·           Iniciar el intercambio comunicativo con otras personas:
§   Desarrollar la capacidad de mirar juntos objetos diversos.
§   Adquirir la habilidad de tomar turnos e imitar.
§   Participar en juegos sencillos.
·           Ampliar el nivel de comprensión de palabras.
§   Favorecer la exploración del medio.
§   Desarrollar la noción de permanencia de objeto.
§   Anticipar sucesos.
Ø  Objetivos en la etapa de 18 a 36 meses:
·           Favorecer la comprensión y la producción de nuevas palabras.
·           Favorecer la unión de palabras en frases.



ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PADRES DE NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN..

Ø  Padres y profesionales deben trabajar conjuntamente en la tarea de educar al niño.
·           Teniendo siempre en cuenta objetivos que conduzcan a convertir al niño de hoy en una persona capaz de desenvolverse por sí misma en un futuro.
·           Intentando transmitir aprendizajes funcionales, que realmente le sirvan en la vida.
Ø  La estimulación ideal es la que se realiza en el contexto natural del niño.
·           La práctica de lo que el niño está aprendiendo en el aula, así como las experiencias vividas favorecen la consolidación y la generalización.
·           Con asistir a las sesiones no es suficiente.
·           Es conveniente buscar el término medio, el exceso o el defecto de estimulación puede ser perjudicial.
Ø  La presencia de los padres en las sesiones de estimulación es muy beneficiosa:
·           Favorece un clima de confianza entre padres y profesionales.
·           Facilita la comunicación recíproca de los avances del niño.
·           Permite el planteamiento conjunto de nuevos objetivos.
Ø  Cuando los padres conocen el momento evolutivo de su hijo sabrán aprovechar cualquier actividad para reforzar lo que está aprendiendo.
Ø  Aunque la variedad de actividades es necesaria, el comprar muchos juguetes no implica una mejor estimulación:
·           Si se sabe lo que se quiere trabajar sabremos que juguete conviene más.
·           Lo ideal es comprar juguetes a los que se les pueda sacar mucho partido.
·           Muchos objetos de los que se tienen en casa pueden cumplir la misma función que los juguetes: pinzas de colores, prendas de ropa, vasos de plástico, fotos, revistas, latas de comida, etc.
·           Algunos juguetes comerciales no son adecuados.
Ø  Tener claros los objetivos evita confundirlos con las actividades.
Ø  Con una actividad se pueden reforzar múltiples aprendizajes.
Ø  Forma de trabajar en las primeras etapas:
·           Prestar mucha atención a cualquier gesto, mirada o movimiento del bebé.
·           Presentar estímulos atractivos e interesantes para el niño para llamar su atención.
·           Transmitir a través del modelado y estímulos visuales lo que pretendemos que haga en las distintas actividades.
·           Consolidar las nuevas adquisiciones antes de seguir adelante.
·           Avanzar introduciendo mínimas novedades sobre lo aprendido.
·           Dar al niño la oportunidad de tener experiencias diversas y de poner en práctica las habilidades adquiridas en distintas situaciones.

Las causas del retraso, y de las diferencias son varias, por lo que las diversas medidas de intervención son eficaces sólo de un modo parcial.
Estudios recientes señalan que, si se continúan con programas de  intervención, se dan progresos lingüísticos después  de la adolescencia, con jóvenes adultos.
Los jóvenes que acaban la escolaridad e inician una vida de cierto aislamiento en su hogar, con ausencia de intereses y motivación, muestran regresión en sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, las personas aficionadas a la lectura, que continúan una vida social y laboral activa y que manejan el ordenador, mantienen, incrementan y mejoran su comunicación verbal.
Los primeros años de la vida de un niño, tanto si es trisómico-21 como si no, están impregnados de un constante desarrollo.
Las estructuras físicas y psicológicas del niño en ese periodo están en la máxima flexibilidad y moldeado, y también su máximo de receptividad a estímulos educativos. Como consecuencia de todo esto, el niño está también en su máximo de posibilidades de aprendizaje.
Debido a esto y porque el niño trisómico-21 nace sin alcanzar el desarrollo pleno, precisa de un programa que potencie las deficiencias que constitutivamente tienen.

Por otra parte, debemos decir que este programa es necesario para estos niños, ya que por  regla general, presentan unas reacciones más lentas que el normal, además su campo sensitivo y perceptivo están limitados y por último la fijeza de sus aprendizajes es muy inestable.