POR: NAYELI SANTOS
Alguna vez te has
preguntado, ¿Cómo se dan los recuerdos que tienes? Y tal vez te hayas
contestado que es porque se guardan en la memoria, efectivamente ahí archivamos
nuestros recuerdos, sin embargo hay más características del porqué de nuestros
recuerdos. Al hablar de recuerdo englobaremos
situaciones, personas, series de números, música, etc.
Los recuerdos son imágenes
del pasado que se archivan en la memoria. Esos recuerdos nos sirven para
recordar algo o a alguien. Así mismo, los recuerdos también se definen como una
reproducción de algo anteriormente aprendido o vivido, por lo que están vinculados directamente con la experiencia. Cuando se
trabajar con los recuerdos se le denomina reminiscencia y se le puede definir
como una actividad mental, organizada y, al mismo tiempo, compleja. Habitualmente,
los estímulos que más se utilizan a fin de facilitar que la persona recuerde su
historia de vida o parte de ella, son:
-
Visuales: fotografías, libros, revistas, álbumes.
- Auditivos: música, grabaciones radiofónicas, canciones.
-
Táctiles: manipulación de objetos y texturas.
- Gustativos: saborear antiguos platos, preparados.
- Olfativos: desde flores, aromas, perfumes, fragancias.
Hay distintas valoraciones a las manifestaciones que los
adultos hacen de sus recuerdos; en la infancia estos relatos de hechos
ocurridos en el pasado son verdaderos cuentos de aventura y los niños suelen
mostrar gran interés por escucharlos. En
la adolescencia entramos en una etapa en que el centro somos nosotros mismos,
por lo que es frecuente mostrar desinterés por las vivencias de otras personas,
nos aburrimos con los recuerdos de hechos vividos por terceros, el joven está
construyendo sus propios recuerdos posteriormente en la edad media volvemos a apreciar este
conocimiento guardado tan celosamente por nuestros mayores, no es raro entonces
que recurramos a esos recuerdos para evaluar alguna de nuestras acciones presente
o para tomas decisiones.Los recuerdos son la evidencia de nuestro proceso vital,
ellos dan cuenta de lo que hemos tenido que caminar para encontrarnos en el
sitio actual, es importante cultivarlos.
Tipos de recuerdo
Recuerdo libre
El recuerdo libre describe
el proceso mediante el cual se le proporciona a una persona una lista de ítems
a memorizar, y posteriormente se le pide que trate de recordarlos en cualquier
orden.
Recuerdo serial:
Consiste en la capacidad de
recordar datos o eventos en el orden preciso, capacidad de recordar de forma
secuencial. El recuerdo en la memoria a largo plazo tiene una características
diferenciadas del recuerdo serial en la memoria a corto plazo, para que una
secuencia de acontecimientos pueda almacenarse en la memoria a largo plazo,
debe repetirse a lo largo del tiempo
hasta que pueda representarse como una totalidad. Mientras que en la memoria de
corto plazo se cree que el recuerdo serial inmediato viene por la acción de
asociar en la secuencia por datos o bien en la posición planteada.
Recuerdo y sensibilidad
Los investigadores sostienen
que cuando a una historia se le añaden detalles relativos al tacto, gusto, olor
y oído, las posibilidades de que sea considerada real por la mente aumenta
considerablemente. Las personas que adoptan falsos recuerdos no son ingenuos ni
enfermos, ya que el proceso forma parte de los mecanismos naturales de la
memoria humana, que fabrica recuerdos a partir de la experiencia y, también, a
partir de sensaciones vividas como reales. Los detalles sensoriales son la
materia prima de los recuerdos, por lo que si a una historia falsa se la
impregna de sensaciones, el proceso de la memoria se perturba y la gente
recuerda cosas que nunca existieron.
Aunque los procesos
cerebrales no se conocen en toda su profundidad, se considera que la memoria
está “almacenada” en la corteza cerebral. Son estímulos externos o patrones de
muy baja descarga eléctrica del cerebro los que activan los recuerdos, que de
esta forma afloran al consciente.
Elizabeth Loftus dice que la
información penetra en la memoria un corto período de tiempo, donde puede ser
olvidada o guardada por relación y con buen resultado transferida después por
un largo período de tiempo a la memoria.
Memoria traicionera
La información recuperada de
la memoria luego de un largo período depende de pequeños indicios que permiten
a la gente revisar diferentes partes del material requerido. Elizabeth F.
Loftus considera, sin embargo, que la memoria puede ser traicionera, no sólo
porque es muy fácil olvidar, sino porque la mente puede confundir escenas
imaginadas con la realidad. Los recuerdos se modifican más fácilmente, por
ejemplo, cuando el paso del tiempo permite que el recuerdo original se
desvanezca.
El mecanismo de la memoria en los
sueños
Una de las características
de los sueños es que rara vez, excepto en casos de problemas postraumáticos,
reflejan una experiencia completa. Una idea, un objeto, una textura que hemos
percibido durante el día, es lo que en realidad aparece mayormente en nuestros
sueños. Además, los bautizados por Freud como “residuos diurnos”, esto es, los
recuerdos que se nos quedan prendidos en la memoria durante el día, pueden
aparecer 5 ó 7 días más tarde en nuestros sueños, según ha descubierto Nielsen,
quien ha denominado estos recuerdos tardíos como “el efecto del intervalo de
los sueños”.
Freud pensaba que estos
residuos aparecían en los sueños la misma noche o la siguiente a haberlos
vivido, pero las investigaciones realizadas por Tore Nielsen y su equipo han
demostrado que los recuerdos cotidianos pueden perdurar activos más tiempo. Ellos
piensan que este efecto del intervalo de los sueños refleja el funcionamiento
hasta ahora oculto de la memoria: la reaparición de los recuerdos en nuestros
sueños ocurre durante el proceso de almacenaje, cuando los recuerdos se
trasladan de una región cerebral a otra antes de ser archivados
permanentemente.
La memoria funciona por
asociación de ideas, generalmente. Cuanto más esté relacionado un elemento con
otros, más fácil será de recordar para nosotros. Las relaciones entre elementos
que generan los sueños parecen absurdas, pero parece que de algún modo sean
significativas.
Olvidar los recuerdos
La velocidad con la que olvidamos
depende de diversos factores, como la dificultad de la materia (por ejemplo si
es absurdo o tiene sentido), su representación y factores fisiológicos como el
estrés y el sueño. El recuerdo implica mejorar las representaciones mentales.
El primer estudio importante
en este campo lo realizó el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus, autor de Sobre
la memoria (1885). Ebbinghaus estudió la memorización de sílabas sin sentido,
como "WID" y "ZOF". Al hacerse pruebas a sí mismo a
distintos intervalos, pudo describir la forma de la curva de la memoria. La
curva de la memoria tiene una pendiente muy acusada cuando se memoriza material
sin sentido, como hizo Ebbinghaus. Sin embargo, es casi plana cuando se trata
de experiencias traumáticas. Por otra parte, una pendiente poco acusada puede
deberse, más que a las características de la información, a que se repasa de
forma implícita (p.ej. al revivir experiencias, al utilizar el alfabeto, etc.)
Entonces un niño vive con
sus padres, tiene una familia que lo ha apoyado siempre a pesar de las diversas
situaciones que viven como falta de recurso económico y por tanto desencadena
problemas familiares, pero a ese niño también le enseñaron que a pesar de eso él
debe y puede salir adelante con el estudio, así que el niño es el más
responsable y tiene excelencia en calificaciones, y así pasa el tiempo que
disfruta mucho con sus amigos, sale a fiestas, le gusta convivir con los demás
aunque su prioridad sigue siendo el estudio y un día después de todos los
esfuerzos, desilusiones, alegría, tristeza, etc. Termina su carrera en
ingeniería, posteriormente no tarda mucho en
conseguir trabajo, le va bien, tiene todo lo que un día planeo; en ese
momento, después de una jornada larga de trabajo llego a su casa, observo a su
familia y se sentó a recordar cada una de aquellas situaciones y experiencias
que ha vivido para ahora darse cuenta como todo aquello le ha servido para
estar en este lugar actual satisfactoriamente.
Entonces cabe destacar con lo anterior que los
recuerdos son una base primordial para el ser humano ya que estos pertenecen a
imágenes, sucesos, que hemos tenido en el pasado y son significativos para
nosotros ya que son experiencias o situaciones de cada individuo y por lo tanto
son “sucesos que dejan huella”; cada uno de nosotros recordamos algunas
situaciones de cuando éramos niños tanto felices como alguna situación que nos llegó
a incomodar en su momento, recordamos lo que hicimos en la adolescencia con
mayor exactitud y así sucesivamente cada uno de los días que vivimos iremos construyendo nuestros
recuerdos.