martes, 1 de octubre de 2013




LENGUAJE EN NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN (SD)
  Por: L.I Cabrera








El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales, por ello se denomina también trisomia el par 21. Se caracteriza por la presencia de un grado variable de discapacidad cognitiva y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible. Es la causa más frecuente de discapacidad cognitiva psíquica congénita y debe su nombre a John Landon Haydon Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérome Lejeume descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.




El lenguaje de las personas con síndrome de Down evoluciona de un modo más lento y, en algunos aspectos, de un modo distinto al de otros grupos de personas con y sin retraso mental.
Las primeras palabras con significado empiezan a emplearlas a una edad promedio de tres años, mientras que el uso de frases suele iniciarse alrededor de los cuatro años.
La ampliación en la longitud de los enunciados lo logra lentamente durante la segunda infancia y comienzo de la adolescencia, empleando frases de seis a o siete elementos.
El uso pragmático del lenguaje es muy adecuado en las siguientes etapas, siendo el niño capaz de transmitir sus sentimientos y deseos de un modo comprensible.
La baja inteligibilidad del habla es otra de las características propias del lenguaje de las personas con Síndrome de Down, aunque por lo general se hacen entender por su interlocutor.


TERAPIA FÍSICA OROFACIAL
La terapia física orofacial se ha convertido en una especialidad dentro de la intervención temprana, a la que cada vez se recurre más en los niños con Síndrome de Down. Sus objetivos consisten en mejorar tanto la motilidad buco lingual que asegure la buena masticación y deglución de los alimentos como la producción expresiva de sílabas y palabras.
Ø  Los niños con síndrome de Down como cualquier otro niño pasan por una serie de etapas antes de aprender a hablar:
·           Vocalización durante la interacción con personas u objetos sin intención comunicativa.
·           Producción de sonidos parecidos a palabras con intención comunicativa.
·           Primeras palabras.
·           Combinación de palabras en frases.
·           Extensión del significado.
Ø  El desarrollo lingüístico del niño con Síndrome de Down es más lento que el de otras áreas de desarrollo.
Ø  El niño pequeño con síndrome de Down manifiesta más capacidad para comprender que para expresarse.
Ø  La producción de sonidos, el balbuceo, la duplicación de sílabas durante el primer año de vida son similares en los niños con síndrome de Down y otros niños, aunque menos frecuentes.
Ø  El intercambio verbal por turnos se inicia alrededor de los 18 meses en los niños con síndrome de Down.
Ø  A los tres o cuatro años los niños con síndrome de Down suelen empezar a utilizar algunas palabras para comunicarse e incluso elaborar frases simples.
Ø  El desarrollo del lenguaje es un proceso muy complejo que implica múltiples funciones: auditiva, cognitiva, motora, social, lenguaje y comunicación. Además, para que un niño aprenda a hablar debe desarrollar aptitudes sensoriales y perceptuales básicas. Por esta razón, la estimulación de otras áreas de desarrollo contribuye al desarrollo del lenguaje.
Ø  El objetivo fundamental de un programa de Atención Temprana será el establecer un adecuado sistema de interacción entre los padres y su hijo. “Que el niño se sienta querido y aceptado será la base de cualquier aprendizaje posterior”.
Ø  Objetivos en la etapa de 0 a 18 meses:
·           Establecer el contacto ocular, la fijación de la mirada y el seguimiento visual de estímulos ambientales.
·           Desarrollar la respuesta de orientación a los estímulos sonoros.
·           Iniciar el intercambio comunicativo con otras personas:
§   Desarrollar la capacidad de mirar juntos objetos diversos.
§   Adquirir la habilidad de tomar turnos e imitar.
§   Participar en juegos sencillos.
·           Ampliar el nivel de comprensión de palabras.
§   Favorecer la exploración del medio.
§   Desarrollar la noción de permanencia de objeto.
§   Anticipar sucesos.
Ø  Objetivos en la etapa de 18 a 36 meses:
·           Favorecer la comprensión y la producción de nuevas palabras.
·           Favorecer la unión de palabras en frases.



ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PADRES DE NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN..

Ø  Padres y profesionales deben trabajar conjuntamente en la tarea de educar al niño.
·           Teniendo siempre en cuenta objetivos que conduzcan a convertir al niño de hoy en una persona capaz de desenvolverse por sí misma en un futuro.
·           Intentando transmitir aprendizajes funcionales, que realmente le sirvan en la vida.
Ø  La estimulación ideal es la que se realiza en el contexto natural del niño.
·           La práctica de lo que el niño está aprendiendo en el aula, así como las experiencias vividas favorecen la consolidación y la generalización.
·           Con asistir a las sesiones no es suficiente.
·           Es conveniente buscar el término medio, el exceso o el defecto de estimulación puede ser perjudicial.
Ø  La presencia de los padres en las sesiones de estimulación es muy beneficiosa:
·           Favorece un clima de confianza entre padres y profesionales.
·           Facilita la comunicación recíproca de los avances del niño.
·           Permite el planteamiento conjunto de nuevos objetivos.
Ø  Cuando los padres conocen el momento evolutivo de su hijo sabrán aprovechar cualquier actividad para reforzar lo que está aprendiendo.
Ø  Aunque la variedad de actividades es necesaria, el comprar muchos juguetes no implica una mejor estimulación:
·           Si se sabe lo que se quiere trabajar sabremos que juguete conviene más.
·           Lo ideal es comprar juguetes a los que se les pueda sacar mucho partido.
·           Muchos objetos de los que se tienen en casa pueden cumplir la misma función que los juguetes: pinzas de colores, prendas de ropa, vasos de plástico, fotos, revistas, latas de comida, etc.
·           Algunos juguetes comerciales no son adecuados.
Ø  Tener claros los objetivos evita confundirlos con las actividades.
Ø  Con una actividad se pueden reforzar múltiples aprendizajes.
Ø  Forma de trabajar en las primeras etapas:
·           Prestar mucha atención a cualquier gesto, mirada o movimiento del bebé.
·           Presentar estímulos atractivos e interesantes para el niño para llamar su atención.
·           Transmitir a través del modelado y estímulos visuales lo que pretendemos que haga en las distintas actividades.
·           Consolidar las nuevas adquisiciones antes de seguir adelante.
·           Avanzar introduciendo mínimas novedades sobre lo aprendido.
·           Dar al niño la oportunidad de tener experiencias diversas y de poner en práctica las habilidades adquiridas en distintas situaciones.

Las causas del retraso, y de las diferencias son varias, por lo que las diversas medidas de intervención son eficaces sólo de un modo parcial.
Estudios recientes señalan que, si se continúan con programas de  intervención, se dan progresos lingüísticos después  de la adolescencia, con jóvenes adultos.
Los jóvenes que acaban la escolaridad e inician una vida de cierto aislamiento en su hogar, con ausencia de intereses y motivación, muestran regresión en sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, las personas aficionadas a la lectura, que continúan una vida social y laboral activa y que manejan el ordenador, mantienen, incrementan y mejoran su comunicación verbal.
Los primeros años de la vida de un niño, tanto si es trisómico-21 como si no, están impregnados de un constante desarrollo.
Las estructuras físicas y psicológicas del niño en ese periodo están en la máxima flexibilidad y moldeado, y también su máximo de receptividad a estímulos educativos. Como consecuencia de todo esto, el niño está también en su máximo de posibilidades de aprendizaje.
Debido a esto y porque el niño trisómico-21 nace sin alcanzar el desarrollo pleno, precisa de un programa que potencie las deficiencias que constitutivamente tienen.

Por otra parte, debemos decir que este programa es necesario para estos niños, ya que por  regla general, presentan unas reacciones más lentas que el normal, además su campo sensitivo y perceptivo están limitados y por último la fijeza de sus aprendizajes es muy inestable.   

1 comentario:

  1. muy bien tu articulo, me parece muy interesante y me gusta tu información.

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