LOS CELOS DE LA MEMORIA.
“Somos tan
celosos guardianes de nuestros secretos que nos los ocultamos a nosotros
mismos”. Con esta frase nace el titulo de este articulo, ya que me hace pensar
que probablemente no sean omitidos esos conceptos pero sí, que hay razones por
las cuales no logramos recordar ciertas cosas, o cuando nos cuesta trabajo
adquirir el conocimiento de algo nuevo. ¿Por que logramos dar significado a las
cosas? lo más seguro sea que es el hecho de que los significados ya son
existentes, pero… ¿cómo logramos recordarlo? tal vez, la repetición de escucha,
ejecución, lectura y una suma de cosas que tal vez son involuntarias o
inconscientes.
Esta frase en lo particular me hace pensar si en
realidad hay una memoria. Ya que no solo se trata de guardar, si no que tal vez
solo relacionamos lo que pasa en algunos momentos con lo que quisiéramos que
nos pasara o con lo que en el momento creemos que nos ha pasado, tal vez con la
simple intención de encajar con nuestro entorno y los recuerdos que algunas
otras personas dicen que tienen. Pero habría que preguntarse si ¿de verdad lo
recuerdan?, si no es solamente un
invento de ella!. Probablemente podamos relacionar lo que hemos llegado a ver,
por otro lado también queda la duda (la cual no me permite fijarme a la
negación) de cómo logramos recordar lo que han mencionado alguna vez, los actos
en los que hemos estado presentes con un lapso menos largo, las palabras dichas
o escuchadas, porque si logramos relacionar o pensar en que tenemos un recuerdo
seria porque hay algo en nuestra mente que nos hace referencia a ello.
¿Qué es la memoria?
La memoria es habilidad o la capacidad de nuestros cerebros para guardar, almacenar, codificar, retener y posteriormente recordar datos e información sobre experiencias de toda índole, consciente o inconscientemente. Surge como resultado de complejas conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, en el sistema nervioso central del cerebro de cada uno de nosotros.
Existen
varios tipos de memoria como son:
Memoria sensorial
Es la capacidad de registrar
información a través de los sentidos. Este mecanismo de la memoria tiene
una gran capacidad para procesar una alta cantidad de información al mismo
tiempo pero durante un lapso relativamente corto, de hecho, se desarrolla entre
los 200 y 500 milisegundos. Los principales sentidos que trabajan en la memoria
sensorial son los de la visión y el oído.
Memoria a corto plazo
También conocida como memoria
operativa, se desarrolla cuando la información queda registrada a partir de
la interacción con el medio. Aunque esta herramienta de obtención de
información está disponible por más tiempo que por la memoria sensorial, la
capacidad de absorber datos no supera los 7 elementos por cada 10 segundos.
Memoria a largo plazo
La memoria a largo plazo es como un vivo almacén de información y nos
referimos a esta cuando hablamos de la memoria en general. Es donde se
almacenan las experiencias, los recuerdos vividos, lo que sabemos acerca del
mundo, conceptos, estrategias de vida, etc., básicamente, allí reside todo lo
que conocemos.
Memoria procedimental o implícita
Es la que refiere a nuestro inconsciente,
es la que se desarrolla por ejemplo cuando realizamos algún movimiento físico
inconscientemente. Viene a ser una suerte de memoria motriz, en
términos triviales, diríamos que ocurre cuando podemos “poner en automático”
nuestro cuerpo para que haga algo que estamos tan acostumbrados a hacer que
nuestra memoria puede repetir el movimiento casi que sin darnos cuenta de ello.
Memoria semántica
Guarda datos concretos, como la capital de Francia es París, 2x2
son 4, así como información consciente sobre lo que deseamos recordar.
Memoria
episódica
Conserva los
recuerdos de hechos vividos directamente por nosotros y los relaciona con
diversos elementos, nos hace retener cosas sin que nos demos cuenta, como por
ejemplo los detalles de un paisaje a los que no hemos prestado especial
atención, o anuncios sin mucho interés y que sin darnos cuenta luego somos
capaces de recordar.
A su vez se
dice que la La memoria humana
tiene en realidad una capacidad mucho más elevada que la del más potente
ordenador.
¿Cómo puede la
memoria humana contener tanta información y saber cómo recuperarla dentro de
nuestro cerebro? Parece ser que los recuerdos se pueden recuperar gracias a la
excitación eléctrica de ciertas neuronas. La activación de un grupo concreto de
éstas permite recuperar un recuerdo. El
proceso por el cual la memoria humana es capaz de almacenar nuevas
informaciones parece ser que es el de la plasticidad de las sinapsis o
contactos neuronales. El cerebro humano no es una red de cables ya formada,
sino que las comunicaciones y los nuevos circuitos entre neuronas se van
creando a medida que aprendemos y recordamos nuevas situaciones vitales y datos
concretos.
Ahora, el grupo liderado por
Dominique Müller, profesor del Departamento Universitario de Neurociencia, ha
descubierto que nuestros cerebros mandan información a través de una red que se
adapta a nuestras experiencias.
El cerebro construye nuevos caminos cuando lo precisa y elimina los menos utilizados en el proceso.
Esto podría ayudar a explicar por qué un estudiante hace bien un examen pero después olvida lo memorizado si no lo usa, la regla de 'úsalo o olvídalo'. No hay un circuito activado para cada recuerdo, sino un conjunto de circuitos que, activados al mismo tiempo, proporcionan el recuerdo. Las neuronas se conectan entre ellas por medio de puentes microscópicos llamados sinapsis. Un solo cerebro puede contar con 10.000 de estos puentes y los que se usan ayudan a determinar cómo se produce el aprendizaje, según aseguran los investigadores. Comunicándose de forma selectiva sin seguir un orden ya establecido, Lo más llamativo de todo es que las neuronas crean tantos nuevos puentes como necesitan, frecuentemente junto a las sinapsis que ya son productivas. y las que no se ocupan son eliminadas.
El cerebro construye nuevos caminos cuando lo precisa y elimina los menos utilizados en el proceso.
Esto podría ayudar a explicar por qué un estudiante hace bien un examen pero después olvida lo memorizado si no lo usa, la regla de 'úsalo o olvídalo'. No hay un circuito activado para cada recuerdo, sino un conjunto de circuitos que, activados al mismo tiempo, proporcionan el recuerdo. Las neuronas se conectan entre ellas por medio de puentes microscópicos llamados sinapsis. Un solo cerebro puede contar con 10.000 de estos puentes y los que se usan ayudan a determinar cómo se produce el aprendizaje, según aseguran los investigadores. Comunicándose de forma selectiva sin seguir un orden ya establecido, Lo más llamativo de todo es que las neuronas crean tantos nuevos puentes como necesitan, frecuentemente junto a las sinapsis que ya son productivas. y las que no se ocupan son eliminadas.
por otro lado
y sin adentrarnos tanto en el tema veremos el ¿Por qué olvidamos? para darle un
poco mas de forma a este articulo.
Primeramente,
¿Qué es el olvido?
El
olvido, es una acción
involuntaria que consiste en dejar de
recordar información adquirida. También se le considera como un fracaso de
transferencia de información entre la memoria a corto plazo y la memoria de
largo plazo.
Cabe
recordar, que los recuerdos que la memoria olvida, en realidad no se elimina
totalmente, es decir no desaparecen; sino que pasan al plano inconsciente, es
por eso que las personas tienden a recordar que han olvidado algo, sin saber
que olvidaron.
Se
dice que los olvidos se presentan principalmente por el cansancio y algunas
interferencias, aunque algunas veces creemos haber olvidado las cosas aunque
estén aun en nuestro cerebro.
La memoria es
comparable a una gran biblioteca, en la que el cerebro es el bibliotecario y el recuerdo olvidado
es un libro que no ha sido colocado correctamente: el bibliotecario no puede
encontrarlo. Al menos, no de inmediato. Al no conseguir recordar, desistimos y nos dedicamos a otra cosa. Pero
el bibliotecario continúa buscando. Por eso, al cabo de un tiempo, la palabra
que teníamos en la punta de la lengua, el nombre de un conocido o el título de
una película nos vienen a la memoria en el momento que menos lo esperamos.
La búsqueda será tanto más difícil cuanto más cansados, estresados o
inquietos nos sintamos, cuando hayamos bebido, o si estamos tomando ciertos
medicamentos.
Asimismo, es más fácil perder recuerdos si no estimulamos nuestras neuronas con frecuencia, ya que el trazo mnésico se borra con el tiempo si no lo reavivamos. Nos animará pensar que guardamos en nuestro cerebro mucha más información de la que creemos.
Asimismo, es más fácil perder recuerdos si no estimulamos nuestras neuronas con frecuencia, ya que el trazo mnésico se borra con el tiempo si no lo reavivamos. Nos animará pensar que guardamos en nuestro cerebro mucha más información de la que creemos.
También se ha llegado a
pensar que se pueden llegar a crear recuerdos, como se dijo en un artículo
llamado: el síndrome de la memoria falsa, en una página de la U.N.A.M.
En este artículo se menciona
lo siguiente: ”Estrictamente
hablando, una memoria falsa se define como una serie de recuerdos de detalles o
eventos que no ocurrieron o que han sido distorsionados si es que realmente
ocurrieron.” La memoria humana es susceptible de transformar la información que
almacena; por ejemplo, aunque podamos recordar el argumento general de un libro
que nos haya gustado mucho, lo más probable es que estemos tergiversando
algunos detalles y que otros los hayamos olvidado definitivamente. Una de las
características de la memoria humana es que almacena pequeños elementos
significativos de los recuerdos; dicho en otras palabras, almacena "ideas
generales" del argumento de una historia y el resto de la misma tiene que
ser inferido o reconstruido. En este proceso de reconstrucción de la historia
se pueden elaborar recuerdos falsos. Ya sea por sugestión o por creerlo
así. Tal vez por esta lectura mi comentario en el principio de este sobre la
existencia o si en realidad eran nuestros recuerdos acontecimientos propios.
Ya habiendo elaborado la
parte teórica me atrevo a decir que nuestra memoria tiende a ocultarnos
información, no solo por el hecho de no recordarla o no por qué no esté
cumpliendo con su función si no debido a que la forma en que estructuramos
nuestras ideas tal vez sea fallida, o no totalmente correcta también debido a
que con el paso del tiempo las cosas suelen llegar a ser olvidadas y como se menciona
con anterioridad, tal vez sea por el hecho de que se pierde la necesidad de esa
información o por qué no ha sido necesaria durante mucho tiempo, con esto no me
refiero a el tiempo en que se codifico y el momento en que se necesita, sino refiriéndome a la práctica o la frecuencia con que fue requerida, como por ejemplo, el
nombre de una tía que no vemos o mencionamos tan a menudo, pero que tal vez por
alguna razón sea significativo y que recordamos, sin embargo si algo o alguien
nos es indiferente no damos como relevante el hecho de aprendernos el nombre o
saber exactamente que paso, la información que nosotros adquirimos no solo
estará basada en la repetición si no en lo significativo que ha sido para
nosotros, y de ahí partirá el ¿por qué nos acordamos de algunas cosas o de
otras no?. Por otro lado, hablando de un tema que escuche en estos días, “LOS
SUEÑOS” en el que el responsable de la interacción pedía que los jóvenes
recordaran algún sueño que se repitiera muy a menudo, y algunas jóvenes
mencionaron que no lograban recordar que era lo que soñaban con exactitud, pero
una dijo que pasaba, que al despertar sabia que ya había soñado con eso, pero
que no recordaba nada de lo que pasaba en su sueño, ¿Qué nos oculta la memoria?
¿Por qué nos dice solo lo que quiere? Solo nos hace saber que algo pasa pero no
nos dice que.
Concluiré con la frase
siguiente:
“Creemos que tenemos
memoria, pero ella nos tiene a nosotros”
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