viernes, 22 de noviembre de 2013


NINFOMANIA




"Cuando el sexo se convierte en una enfermedad" 

Tania Quillares   


Este tema puede resultar muy importante para la sociedad, puesto que es más común saber que el hombre es al que se le consideraría adicto al sexo y no a la mujer.
Sería importante conocer más acerca de esta patología las causas y consecuencias que trae consigo tal, saber el origen, si se nace o se origina a causa de algún acontecimiento en su niñez o juventud.

Se dice que la mujer ninfómana es una mujer que se siente en la necesidad de tener relaciones sexuales, sean o no sean  satisfactorias. Se podría catalogar como un tipo de compulsión en la cual la mujer siente una adicción al sexo. Eso no significa que tenga una finalidad placentera, sencillamente es como una fuerza que empuja la mujer a realizar el acto sexual, lo cual escapa de su control.


A pesar de que no están bien definidos los límites de esta patología, se habla de ninfomanía cuando el sexo domina el pensamiento de un individuo, e influye de manera notable en la vida diaria de alguien.

Es muy importante no confundir una ninfómana con una mujer liberada sexualmente, porque mientras éstas disfrutan de su libertad sexual y de las relaciones que mantienen, las mujeres ninfómanas no lo hacen, llegando incluso al caso que ni siquiera hay un cuidado con la elección del compañero, sino que la consigna es tener sexo como de lugar.
Se dice que se debe a que estas mujeres han tenido carencia de afecto-ternura en su infancia, y generalmente confunden la diferencia entre deseo y amor.

La mujer ninfómana siente una preocupación excesiva y un apetito sexual exagerado, sus preocupaciones sexuales tienden a dominar su pensamiento consiente aun después de que el acto sexual se ha consumado.

 ¿QUÈ PROVOCA LA NINFOMANÍA?

La ninfomanía puede ser una manifestación secundaria temporal de algunas enfermedades psiquiátricas, podría tratarse del estado psicótico orgánico, en la fase hipomaniaca de la ya conocida psicosis maniaco-depresiva, pudiendo manifestarse también como una esquizofrenia.

Es aquí donde las mujeres que padecen este problema no tienen responsabilidad de los actos sexuales que realizan, muy a pesar que son conscientes de lo que hacen.
También esto podría deberse a causas emocionales, ya que al haber tenido carencia de afecto generalmente en la niñez, conciben una conclusión equivocada de que la manera de tener afecto para ellas es a través de las relaciones sexuales.

Es importante no confundir de que se trata cuando una mujer siente deseo de copular, ya que a través del tiempo la mujer no ha podido expresar libremente sus placeres sexuales íntimos así como sus apetencias en público, lo que lleva a que ellas mismas han considerado hasta cierto punto su placer y su deseo sexual, que muchas veces no es el real, ya que expresarlo de manera claro e ir en contra de los prejuicios sociales.

Los tratamientos psicológicos más exitosos para estos problemas se orientan a un enfoque cognitivo-conductual.
 El tratamiento debe ser monitoreado por un sexólogo, quien decide si es necesario o no el uso de psicofármacos que tengan el efecto inmediato de reducir la excitación sexual no deseada. También se consideran los tratamientos psicoterapéuticos para identificar las raíces del problema.

La búsqueda de afecto a través de las relaciones sexuales suele ser la principal causa de aparición de esta enfermedad.

Las ninfómanas tratan de buscar en la cópula o la masturbación lo que no encuentran en el terreno afectivo. Pero la insatisfacción es cada vez mayor, por lo que esta se convierte en una adicción imparable. 




A pesar de que lo habitual es que la ninfomanía se produzca como consecuencia de alguna enfermedad psicológica, también existen otros factores que incrementan el riesgo de aparición de este trastorno, como por ejemplo el consumo de determinadas sustancias como los opiáceos o anfetaminas, o la aparición de algún tumor.



Pero no sólo las mujeres podemos sufrir esta enfermedad. En el caso de los hombres, el equivalente a esta hipersexualidad, es la llamada 'satiriasis' o 'andromanía', que presenta los mismos síntomas que en el caso de las féminas. 

Para acabar con este mal, tanto hombres como mujeres, pueden acudir a terapias de 'sexólogos anónimos', que son muy similares a las de los adictos al juego o al alcohol, por ejemplo, y en las que, además de conocer a personas que se encuentran en su misma situación, tratará de superar su problema con ayuda de especialistas.


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