ADICCIÓN SEXUAL EN LOS JÓVENES
Introducción
La
adicción sexual se manifiesta, tal como la hacen otras adicciones, a través de
un patrón de descontrol en la conducta sexual, alternados con períodos de
relativa calma.
En
este artículo me baso en porque se da la adicción sexual en los jóvenes, como
se va dando la adicción, que consecuencia trae y razones de porque buscan el sexo.
La
atracción sexual ya hemos comentado que al impulso sexual lo llamamos deseo.
Los aspectos físicos son importantes, al actuar como primer filtro; pero, en las
culturas estudiadas, las características
personales, como cariño, comprensión e inteligencia, tienen más valor que
las relacionadas con el estatus económico y el atractivo físico. Algunos
factores de la adicción sexual se van dando por cuatro fases, que permitían un
registro más sistemático de los cambios físicos a través de comportamientos de
juegos sexuales, coito y masturbación. Una
razón por la que se da la adicción es porque suele activarse a nivel
cerebral por recuerdos, fantasías, imágenes o pensamientos.
Este
articulo va a consistir en dar la información requerida para saber a qué edad
empieza la adicción sexual en los jóvenes, toda aquella teoría de cómo empieza
la adicción, las fases y su definición, los atractivos de hombres y mujeres.
Desarrollo
Adicción
al sexo.
La adicción al sexo es un de las adicciones más
negadas en nuestra época. Muchas veces se racionaliza la conducta compulsiva
sexual, especialmente la masculina, esperando con esto minimizarla o diluir el
sufrimiento que se produce en una persona o una familia donde existe la
adicción sexual. No toda desviación sexual es una adicción, pero
el uso del sexo como sustituto de las relaciones sanas con los demás, es un
síntoma del desorden adictivo sexual.
La adicción sexual se manifiesta, tal como la hacen otras adicciones, a través de un patrón de descontrol en la conducta sexual, alternados con períodos de relativa calma.
La adicción sexual se manifiesta, tal como la hacen otras adicciones, a través de un patrón de descontrol en la conducta sexual, alternados con períodos de relativa calma.
La negación, racionalización, justificación y el sistema relacional completo es muy similar al de otras adicciones, y además forma parte del desorden. El pensamiento obsesivo sexual y las fantasías sexuales se hacen cada vez más necesarias para lidiar con los problemas de la vida diaria.
Los cambios en el estado de ánimo son frecuentes en el adicto sexual y esto hace cada vez más difícil la comunicación con los que lo rodean. Sumado a la desconfianza creciente de parte de su familia por las constantes y repetidas decepciones hacen la convivencia muy dolorosa y tensionada.
La familia del adicto sexual sufre mucho por el impacto de esta adicción, especialmente las esposas y esposos de adictos o adictas sexuales y sus hijos, quienes muchas veces repiten la cadena de adicción en sus propias vidas adultas.
También la sexualidad es
utilizada como mecanismo de manejo del estrés y evitación de sentimientos de
malestar e insatisfacción, y que a su vez genera progresivamente en el
individuo sentimientos de vacío interior y dolores emocionales aún
mayores.
Estas conductas pueden ir desde la
masturbación y el uso de pornografía hasta encuentros sexuales anónimos en
situaciones de riesgo, y conductas reñidas con la ley. Cualquiera
que sea la conducta específica, ésta suele ser repetitiva, y traer
consecuencias negativas para la persona, ya sea en el ámbito de sus relaciones
de pareja, familiares, sociales, la vida laboral, etc.
Estas conductas adictivas se vuelven
progresivas y cada vez más difíciles de controlar.
La persona que presenta ese cuadro
adictivo se encuentra en gran medida imposibilitada de eliminar estas conductas
sin ayuda externa.
Jóvenes sexualmente activos
Los jóvenes deben ajustarse a los
cambios biológicos y estar informados para que con su adicción sexual no haiga
embarazos no deseados. El 50% de los jóvenes de 17 años de edad ya son sexualmente activos.
Entre el 53 y el 71 por ciento de las mujeres tienen
relaciones sexuales antes de los 20 y la edad promedio de la primera relación
sexual es entre los 15 y 16 años en el caso de las adolescentes, mientras que
en los varones es de 14 y 15 años. Inclusive en algunos países es entre los 13
y los 15 años.
En la siguiente parte realice algunas
preguntas para saber qué es lo que opina la sociedad sobre este tema.
¿Cuál es la diferencia entre tener un
“deseo sexual elevado” y presentar un cuadro adictivo?
La diferencia es clara. Las
personas experimentamos diferentes grados de deseo sexual, y ya sea que éste
sea alto o bajo, si éste se enmarca dentro de una sexualidad sana, la persona
experimenta satisfacción y estabilidad. Una sexualidad saludable es
vivida como un elemento que aporta al desarrollo personal integral y la persona
no necesita buscar validación personal ni alivio del estrés a través de
conductas sexuales. La sexualidad es vivida como una opción y no una
compulsión.
En el caso de la conducta adictiva, la
sexualidad es usada como un antídoto para enfrentar el sufrimiento emocional y
las frustraciones de la vida, del que la persona depende casi
exclusivamente. De este modo, la conducta sexual se convierte en un
elemento imprescindible para asegurar el funcionamiento emocional de la
persona, en algo necesario para “funcionar” en el mundo y experimentar un
sentido básico de estabilidad y normalidad.
¿Es la pareja del adicto “culpable” de
la adicción?
No. Los inicios de la adicción comienzan
a desarrollarse en el curso de la infancia y adolescencia de la persona, mucho
antes de que él o ella establezcan una relación de pareja y contraigan matrimonio. La
adicción, si no es tratada, dañará toda relación de pareja que el adicto
intente establecer, y se habría desarrollado independientemente de quién sea su
pareja. La pareja del adicto también necesita ayuda para superar los
efectos que la adicción ha traído a su vida.
¿Cómo se desarrolla la adicción sexual?
Como es el caso de cualquier
comportamiento adictivo, hay muchas variables involucradas en el desarrollo de
la adicción sexual, entre ellas variables biológicas, psicológicas, familiares
y espirituales. La interacción de dichas variables resulta en que la
sexualidad se convierte en el modo primordial para “anestesiar” el dolor
emocional.
¿A qué edad empiezan a tener relaciones los jóvenes en la actualidad?
De
10 personas encuestadas el dato fue que empiezan desde los 15 años.
¿A qué edad deberían de empezar a tener relaciones sexuales?
La mayoría de las 10 personas
encuestadas dice que deben de empezar a los 25 años de edad.
Aprendizaje de guiones sexuales
Las hormonas impulsan biológicamente a
la motivación sexual. Pero, el deseo no está determinado de manera innata: las
personas lo dirigen de manera diferente hacia un tipo de actividades sexuales
más placenteras que hacia otras. Las personas deben aprender que estímulos son
sexualmente relevantes, y como debe interactuar con ellos de manera eficaz. El
condicionamiento clásico (estímulos que eran neutros se asocian a estímulos que
son reforzantes – imágenes, situaciones, experiencias, fantasías-), el
condicionamiento operante (el reflejo orgásmico en un potente reforzador),
aprendizaje por observación (modelos de hombre y mujeres que se ven en
televisión, en el cine, en el deporte y en la vida, van enseñando al sujeto que
prácticas y experiencias sexuales son las esperadas y cuáles son las que
realmente le gustan y le refuerzan. Estos procesos, aunque duran toda la vida,
son especialmente intensos en la infancia, y muy especialmente en la
adolescencia y juventud.
Conducta de los géneros
Los guiones sexuales están ligados mayoritariamente
al género de la persona. La incorporación de los guiones más nítidamente
sexuales se produce en la pubertad, en la adolescencia y en la juventud. Las
personas suelen asumir que las mujeres son más propensas a experimentar
sentimientos de temor, tristeza, y compasión, mientras que los hombres son
tendentes a experimentar enfado y orgullo, a eso se le da nombre de un
estereotipo. El estereotipo es una idea convencional, fija y generalmente
distorsionada, sobre un grupo de personas.
Siembra un pensamiento y cosecharás un
acto;
Siembra un acto; y cosecharás un hábito;
Siembra un acto; y cosecharás un hábito;
Siembra un hábito y cosecharás un
carácter;
Siembra un carácter y cosecharas un destino.
Charles Reade
Siembra un carácter y cosecharas un destino.
Charles Reade
Haydee Cabrera Aguirre
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