jueves, 21 de noviembre de 2013



Por:  Ivonne Santillán


Hemos escuchado de muchos trastornos o síndromes como déficit de atención, el síndrome de Down los cuales se detectan en la edad del preescolar pero uno de los menos mencionados y del cual existe poca información es el SINDROME DE ASPERGER este se detecta entre los 3 y los 5 años de edad del niño y ocurre entre 3 y 7 por cada 1000 niños y se caracteriza por que el niño no tiene la capacidad de socializar con su entorno sus síntomas son muy parecidos a los del autismo y estos incluso pueden confundirse también con un niño con déficit de atención. Es muy importante que las personas que rodean al niño observen su comportamiento para detectar el síndrome de asperger el cual tiene un tratamiento pero no una cura pues este acompañara al persona durante toda su vida.

QUE ES EL SINDROME DE ASPERGER?
El trastorno debe su nombre a Hans Asperger, un pediatra vienés que, en 1944, describió por primera vez una serie de patrones de comportamiento que él había observado en algunos de sus pacientes, mayoritariamente de sexo masculino. Asperger observó que aquellos pacientes, a pesar de presentar una inteligencia y un desarrollo del lenguaje normales, tenían graves deficiencias en las habilidades sociales, no sabían comunicarse eficazmente con los demás y presentaban problemas de coordinación.
El síndrome de Asperger es un trastorno neurobiológico que forma parte de un grupo de afecciones denominadas trastornos del espectro autista. La expresión "espectro autista" se refiere a un abanico de trastornos del desarrollo que incluyen tanto el autismo como otros trastornos de características similares.
La expresión "trastornos del espectro" se refiere a que los síntomas de cada uno de ellos pueden aparecer en diferentes combinaciones y en distintos grados de severidad: dos niños con el mismo diagnóstico, a pesar de tener en común ciertos patrones de comportamiento, pueden presentar una amplia gama de habilidades y de capacidades.
Este síndrome es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un trastorno generalizado del desarrollo(TGD) de carácter severo y crónico, caracterizado por una limitación significativa de las capacidades de la relación y comportamiento social, relacionado con el autismo.
El síndrome de asperger como ya se menciono es un trastorno generalizado del desarrollo esto se refiere a que es una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo como la falta de habilidad para socializar, para comunicarse y actividades estereotipadas es un síndrome que perdura en toda la vida de la persona y que poco a poco la degenera de su habilidades este síndrome está relacionado con el autismo ya que tiene síntomas muy parecidos a este.

 
SIGNOS Y SINTOMAS
Los niños con síndrome de Asperger pueden presentar los siguientes signos y síntomas:
  • interacciones sociales mínimas o inadecuadas
  • conversaciones que siempre tratan sobre sí mismos en vez de los demás
  • lenguaje "programado", "robótico" o repetitivo
  • falta de "sentido común"
  • problemas para leer, escribir y con las matemáticas
  • obsesiones sobre estímulos complejos, como determinados patrones visuales o determinadas melodías
  • capacidades cognitivas no verbales entre normales a por debajo de la media, mientras que sus capacidades cognitivas verbales suelen ser entre normales y por encima de la media
  • movimientos torpes
  • comportamientos y gestos extraños
Los niños con síndrome de Asperger no suelen presentar retrasos evidentes en el desarrollo cognitivo. A pesar de que pueden tener problemas para concentrarse y organizarse y presentar capacidades bien desarrollados en algunas áreas y deficitarias en otras, su inteligencia se suele encontrar en la media y a veces o por encima de la media.
CAUSAS
La investigación actual señala a las anormalidades cerebrales como la causa de SA.  Usando técnica avanzadas de imágenes cerebrales, los científicos han revelado diferencias estructurales y funcionales en regiones específicas de los cerebros de niños normales comparados con niños con SA.  Estos defectos más probablemente están causados por la migración anormal de células embriónicas durante el desarrollo fetal que afecta la estructura cerebral y el “cableado” y luego va a afectar los circuitos neurales que controlan el pensamiento y el comportamiento. 
Por ejemplo, un estudio encontró una reducción de la actividad cerebral en el lóbulo frontal de niños con SA cuando se les pidió que respondieran a tareas que requerían el uso de criterio.  Otro estudio encontró diferencias en la actividad cuando se les pidió a los niños que respondieran a expresiones faciales.  Un estudio diferente que investigó la función cerebral en adultos con SA reveló niveles anormales de proteínas específicas que se correlacionan con comportamientos obsesivos y repetitivos.  
Los científicos han sabido siempre que debía haber un componente genético en SA y en los otros trastornos autistas debido a su tendencia hereditaria.    Se observó evidencia adicional para el vínculo entre las mutaciones genéticas heredadas y SA en la mayor incidencia de familiares que tienen síntomas de comportamiento similar a SA pero de forma más limitada.  Por ejemplo, tenían dificultades leves con la interacción social, el lenguaje y la lectura. 
Sin embargo, nunca se ha identificado un gen específico para SA.  En cambio, la investigación más reciente indica que es probable que haya un grupo común de genes cuyas variaciones o supresiones hacen que una persona vulnerable desarrolle SA.  Esta combinación de variaciones o supresiones genéticas determinará la gravedad y los síntomas de cada persona con SA.
DIAGNOSTICO
Generalmente se necesita un médico experimentado en el diagnóstico y tratamiento del autismo para hacer el diagnóstico real. Debido a que no hay ningún examen físico para el síndrome de Asperger, el diagnóstico a menudo se basará en criterios muy específicos, a partir de un determinado manual médico.
La mayoría de los médicos busca un grupo básico de comportamientos que les ayude a diagnosticar el síndrome de Asperger. Estos comportamientos abarcan:
  • Contacto ocular anormal
  • Retraimiento
  • No voltearse al ser llamado por el nombre
  • Incapacidad para usar gestos para apuntar o mostrar
  • Falta de juego interactivo
  • Falta de interés en los compañeros
Los síntomas pueden ser notorios en los primeros meses de vida. Los problemas deben ser obvios hacia la edad de 3 años.
Se hacen exámenes físicos, emocionales y cognitivos para descartar otras causas y buscar signos de este síndrome con mayor cuidado. El equipo que verá a su hijo puede incluir a un psicólogo, un neurólogo, un psiquiatra, un logopeda y otros profesionales expertos en el diagnóstico de niños con síndrome de Asperger.



Estrategias de intervención
Hemos descrito al niño con S.A. con una peculiar forma de entender el mundo y de relacionarse con sus iguales. Ello no es fruto del capricho o las circunstancias ambientales del entorno del niño, sino de un funcionamiento neuropsicológico del que nos falta mucho por desvelar. Intentar entender este funcionamiento es vital para afrontar con éxito la elaboración de un programa educativo y conductual adecuado. El S.A. supone limitaciones en áreas como la social, pero no olvidemos sus puntos positivos que son bastantes. Su conocimiento es vital para trazar un plan de intervención eficaz.
-En general y siguiendo las recomendaciones recogidas en la Guía de la
Federación Asperger de Andalucía, las estrategias pueden concretarse en:
1-Empleo de apoyos visuales en cualquier proceso de enseñanza. Se trata de buenos "pensadores visuales". Por tanto tanto en la escuela, como para seguir rutinas diarias, pueden utilizarse listas, pictogramas, horarios, etc...
2-Asegurar un ambiente estable y predecible. Dado a su falta de estrategias para adaptarse a cambios ambientales, de producirse estos, hay que anticiparlos de forma gradual respetando algunas de sus rutinas.

3-Favorecer la Generalización de los aprendizajes. Se trata de establecer programas específicos que permitan transferir los aprendizajes en el ámbito educativo al ámbito de la vida real. Por ello se recomienda que los programas educativos se lleven en los contextos más naturales posibles.

4-Asegurar pautas de aprendizaje sin errores. Sobretodo en la etapa escolar, suelen mostrar baja tolerancia a la frustración. Esto último, unido a su actitud perfeccionista puede llevarle a episodios de enfado o rabietas cuando no logran conseguir el resultado esperado. Hay que asegurarse, en lo posible el éxito con una graduación de tareas y retirada progresiva de las ayudas.
5-Descomponer las tareas en pasos más pequeños. Las limitaciones en las funciones ejecutivas recomiendan descomponer una actividad larga en pequeños pasos secuenciados.
6-Ayudar a organizar su tiempo libre, evitando la inactividad o la dedicación excesiva a sus intereses especiales.
7-Programa específico de habilidades y competencias. Con las personas con S.A. no podemos dar nada por supuesto. Interpretar una mirada, reconocer las intenciones de los otros, respetar turnos conversacionales, etc... requerirá el diseño de un programa específico.
8-Incluir los temas de su interés para introducir el aprendizaje de nuevos contenidos.
9-Prestar atención a los indicadores emocionales para prever y prevenir posibles alteraciones en el estado de ánimo.
10-Evitar en lo posible la crítica y el castigo.

La intervención debe producirse en el ámbito familiar y también en el escolar. Los padres deben conocer los mecanismos para interactuar con eficacia. En la escuela es imprescindible transmitir al maestro toda la información, si no la tiene, y controlar tanto su aprendizaje como su relación con los iguales, evitando la discriminación. A este respecto se aconseja que el niño disponga de un maestro o tutor asignado al que el niño pueda acudir siempre en caso de conflicto. Se trata de buscarle un referente con el que mantener y potenciar la comunicación. Por su parte el alumno deberá ser entrenado para aprender las técnicas de afrontamiento y resolución de conflictos (autocontrol). Puede ser también necesario, según el grupo de edad, preparar y concienciar a los compañeros para que entiendan el S.A .lo acepten y respeten en su particular funcionamiento. Al respecto se pueden establecer dinámicas de grupo debidamente controladas por el tutor.
A nivel de tratamiento médico, no existe ningún fármaco específico para el S.A., sin embargo puede resultar necesario tratar los síntomas, por ejemplo, como en el caso de que exista hiperactividad excesiva. Cada niño es distinto y cada edad merece unas pautas concretas.
Aconsejamos la lectura del siguiente trabajo editado por la Junta de Andalucía (Consejería Educación). Se trata de una obra extensa con detalles de las técnicas educativas utilizadas en niños con el trastorno.


TRATAMIENTO
No existe ningún tratamiento único que sea el mejor para todos los niños con síndrome de Asperger. La mayoría de los expertos piensa que cuanto más temprano se inicie el tratamiento, mejor.
Los programas para niños con síndrome de Asperger enseñan habilidades basándose en una serie de pasos simples y empleando actividades altamente estructuradas. Las tareas o puntos importantes se repiten con el tiempo para ayudar a reforzar ciertos comportamientos.
Los tipos de programas pueden abarcar:
  • Terapia cognitiva o psicoterapia para ayudar a los niños a manejar sus emociones, comportamientos repetitivos y obsesiones.
  • Capacitación para los padres con el fin de enseñarles técnicas que pueden usarse en casa.
  • Fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar con las destrezas motoras y los problemas sensoriales.
  • Entrenamiento en contactos sociales, que con frecuencia se enseñan en un grupo.
  • Logopedia y terapia del lenguaje para ayudar con la habilidad de la conversación cotidiana.
Los medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), los antipsicóticos y los estimulantes se pueden usar para tratar problemas como ansiedad, depresión, problemas para prestar atención y agresión.
Un plan de tratamiento solamente se puede establecer cuando existe un trabajo conjunto entre padres, educadores y médicos. Sin embargo, hay que considerar algunas reglas de protección para un niño con Síndrome Asperger, y que necesitan ser cumplidas:
1. No les gusta que se rompa su rutina. Deben ser previamente preparados cuando haya que aplicar algún cambio en su vida.
2. Se deben aplicar las reglas con mucho cuidado y con cierta flexibilidad.
3. Utilizar las áreas de aprendizaje que le interesen. Los
profesores deben aprovechar a tope las áreas que despierten el interés del niño, e intentar que las enseñanzas sean concretas y objetivas.
4. Se puede recompensar con actividades que interesen al niño cuando él haya realizado alguna tarea de forma satisfactoria.
5. Utilizar las herramientas visuales en la educación de estos niños porque suelen responder muy bien a las mismas.
6. Evitar la confrontación. Ellos no entienden muestras rígidas de autoridad o enfado. Se pueden volver inflexibles y testarudos.
7. Hay que enseñarles a que hagan amigos, fomentando su participación en grupo, y reforzando a los compañeros que también lo estimulen a participar. Normalmente, la medicación está contraindicada en el proceso de tratamiento. Sin embargo, en situaciones concretas, como los estados de
ansiedad, depresión o de falta de atención, sí la pueden utilizar, siempre bajo la orientación estricta del médico.
 

Este síndrome de asperger del que hemos hablado incluso a menudo es confundido con niños autistas pues sus síntomas son parecidos. Conforme avanza la tecnología e investigaciones se han ido descubriendo nuevas cosas de este síndrome que no es tan conocido aun pero que es importante conocer este y todos los síndromes que existen ya que si se diagnostica a tiempo el niño podrá llevar una vida “normal” , es por eso que los padres y personas que rodean al niño deben de estar muy atentos a todo lo que el niño hace como en su manera de relacionarse con las personas, en la manera de jugar, de hablar, como se comporta ante ciertas situaciones etc. Cualquier detalle es importante.

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