QUE TANTO TE ENOJAS? LO RECONOCES Y ACEPTAS
Por: Miriam América Martínez
Negrete
El enojo es una
emoción humana totalmente normal y por lo general, saludable. No obstante,
cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, puede ocasionar
muchos problemas en el trabajo, en las relaciones personales y en la calidad
general de vida. Puede hacerlo sentir como si estuviera a merced de una emoción
impredecible y poderosa.
¿Qué
es el enojo?
El enojo es un estado emocional
que varía en intensidad. Varía desde una irritación leve hasta una furia e ira
intensa. Como otras emociones, está acompañada de cambios psicológicos y
biológicos. Cuando usted se enoja, su frecuencia cardíaca y presión arterial se
elevan y lo mismo sucede con su nivel de hormonas de energía, adrenalina y
noradrenalina.
La forma natural e instintiva de
expresar el enojo es responder de manera agresiva. El enojo es una respuesta
natural que se adapta a las amenazas, e inspira sentimientos intensos, con
frecuencia agresivos, y conductas que nos permiten luchar y defendernos cuando
nos sentimos atacados. Por lo tanto, para sobrevivir es necesario un
determinado grado de enojo.
Por otro lado, no podemos atacar
físicamente a cada persona u objeto que nos irrita o molesta. Las leyes, las
normas sociales y el sentido común imponen límites respecto de cuán lejos
podemos permitir que nos lleve nuestro enojo.
Las personas utilizan una
diversidad de procesos conscientes e inconscientes para lidiar con sus
sentimientos de enojo. Las tres reacciones principales
son expresar, reprimir y calmarse.
¿Por
qué se enojan algunas personas más que otras?
Algunas personas realmente se
exaltan más que otras enojándose con mayor facilidad y más intensamente que el
promedio. También, hay quienes no demuestran su enojo gritando pero son
crónicamente irritables y malhumorados. Las personas que se enojan con
facilidad no siempre insultan y lanzan cosas; a veces se retraen socialmente,
se amargan o se enferman.
Las personas que se enojan con
facilidad, por lo general, tienen lo que los psicólogos denominan baja
tolerancia a la frustración, que significa que éstas sienten que no deberían
estar sujetos a la frustración, irritación o a los inconvenientes. No pueden tomar
las cosas con calma y se enfurecen, sobre todo si la situación parece de alguna
manera injusta. Por ejemplo, cuando se las corrige por un error de poca
importancia.
¿Qué hace que estas personas sean
así? Hay varios factores. Un factor puede ser de origen genético o fisiológico.
Existen pruebas de que algunos niños nacen irritables, sensibles y que se
enojan con facilidad, y estos signos están
Presentes desde una edad muy
temprana. Otro factor puede estar asociado a la manera como se les enseña a
lidiar con el enojo. El enojo se considera a
menudo como algo negativo; a
muchos nos enseñan que está bien expresar la ansiedad, la depresión y otras
emociones pero que no está bien expresar el enojo. Como resultado, no
aprendemos cómo manejarlo o canalizarlo constructivamente.
El objetivo es reducir sus
sentimientos emocionales y el despertar fisiológico que provoca. Si
nosotros no podemos deshacernos de las
cosas o personas que nos provocan enojo,
ni evitarlas, ni tampoco cambiarlas, nosotros podemos aprender a controlar sus reacciones. El enojo no es malo solo tenemos que aprender
a controlarlo sin hacer daño a nosotros mismos ni a terceros.
¿Y tú que
tanto te enojas?
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